Tomás Charles. Arquitecto y Magíster en Arquitectura, Escuela de Arquitectura UC
Si tuviera que describir este libro en una palabra, sería “sincero”. Arquitectura Popular (ASB, 2020), me parece eso: un sincero relato de un arquitecto que aplica su talento a la realidad en la que se desenvuelve. Es en esa sinceridad que busca decir las cosas como son, o al menos como las percibe, sin pretender endulzarlas para la tranquilidad de nadie. Con eso y todo, no es un relato distópico. Es en ese escenario poco ideal, pero real, que Alejandro Soffia explora las oportunidades que existen para que florezca el aporte del arquitecto en un medio que a veces parece hostil. Quizás sin darse cuenta se comporta tal como la naturaleza que tanto admira, encontrando esos recovecos donde las herramientas que tiene disponibles le sirven para marcar una diferencia en sectores de nuestra sociedad en que la disciplina ha dejado vacíos.
El libro propone una refrescante bajada a piso tanto de los sistemas que permiten la producción arquitectónica, como la propia cualidad física y material de la misma arquitectura. Es desde esta reducción (en el buen sentido de la palabra) de la arquitectura a sus componentes más básicas, que la obra de Soffia logra elevar proyectos que muchas veces volarían bajo el radar editorial, levantándolos al nivel de obras publicables tanto desde su potencial fotográfico como desde las discusiones disciplinares que evocan.
Sin embargo, este no es un libro sobre política ni construcción. En cambio, se centra en las fuerzas que están en juego en la producción arquitectónica de menor escala, preguntándose cómo pueden ser coordinadas de manera de propiciar buenas soluciones constructivas y buenos proyectos. Incluso con la evidencia proyectual de que es posible, el autor está consciente de que algunas de las soluciones elegidas para sus proyectos, aunque fueran las mejores disponibles, no son perfectas. Pero no se queda en eso y abre caminos que podrían acercarnos a ese ideal, por medio de una actitud consiente de parte de los arquitectos en su conjunto.
En segunda instancia, el libro parece una sutil invitación.
Una invitación a revisar las razones detrás de algunas de nuestras decisiones de diseño y cómo estas pueden sincronizarse con las lógicas presupuestarias del cliente, constructivas de la obra y también productivas de los materiales a utilizar, enlazando la cadena completa desde la extracción del recurso natural hasta la obra habitada. Sin duda, es un libro para revisitar varias veces, tanto por su teoría como por el material fotográfico y planimétrico, que dicho sea de paso, ilustra claramente la conciencia material y constructiva detrás de los proyectos.