Tatiana Carbonell. Profesora instructora, Escuela de Arquitectura UC
El encuentro de dos laderas que caen sobre una planicie apaisada es la condición topográfica que el proyecto parque Cerros de Chena ha reconocido para la creación de una gran quebrada irrigada. Esta operación de distribución y acumulación de agua está al servicio de la introducción de un manto verde. De este modo, la propuesta de este proyecto es la generación de una condición que antes no existía, es decir, de un nuevo paisaje.
Detrás de esta estrategia está en juego una visión particular de ecología: proponer al hombre como un ente creador capaz de modelar la naturaleza, como una fuerza catalizadora de transformaciones continuas y de invención de nuevas formas y programas, desconfiando en que la naturaleza es portadora de un saber propio que debiera ser aprehendido y potenciado con medidas de restauración. En este movimiento, que cuestiona la relación entre hombre y naturaleza, se manifiesta una crisis en la noción de «equilibrio natural» que rompe la cosmovisión de una ecología que se auto-repara. La naturaleza entonces, se encuentra de por sí perturbada, lo que plantea una sospecha sobre el poder normativo que se inscribe en ella cuando es afirmado sobre un principio universal. De este modo, se rechaza lo natural como algo dado y como una base sólida y funcional que apoyaría a los juicios éticos de las prácticas sociales y territoriales. Desde esta perspectiva, se ponen en duda las actividades de planificación sustentable que se legitiman aludiendo a que la ecología debe volver a su «equilibro natural».
Frente a esta noción, la apuesta del parque Cerros de Chena produce un nuevo paisaje que detonaría una ecología del todo artificial. Esta gran quebrada se sostiene al transparentar que la ecología no es objetiva, sino que responde a una cuestión ideológica. Pues si la implementación de parques fuera siempre algo intrínsecamente positivo que apoyara al equilibro de la ciudad, entonces asistiríamos a una despolitización de la ecología.
Publicado en ARQ 103